🐶 Un vínculo que transforma: mi camino con Cala y Wendy

1. 💫🐕‍🦺 El comienzo de todo

Conocí a Cala en un momento bisagra de mi vida. Habían pasado apenas nueve meses desde que quedé ciega cuando alguien me habló por primera vez sobre los perros guía.

No tenía idea de lo que implicaban. Pero cuando la conocí… fue un flechazo. Ese amor inmenso que no se explica, solo se siente.

Aprendí muchísimo con ella, aunque no fue fácil al principio. Confiar en un perro para caminar segura por la calle era algo completamente nuevo para mí. Tenía que dejar de dudar y empezar a escucharla, a seguirla, a leer sus movimientos. Fue impactante ver cómo reconocía obstáculos que para mí eran invisibles: una baldosa suelta, un pozo, una rama. Y ahí estaba ella, esquivando y marcando el camino con una seguridad que me llenaba de confianza.

Pero no era solo caminar. Era compartir la rutina, construir un equipo. Cala no solo fue una guía: fue una maestra.

2. 🐾🦮 Un nuevo capítulo: Wendy

Cuando llegó Wendy, ya tenía seis años de historia junto a Cala. Eso significó desapegarme de lo conocido para abrirme a una nueva relación, con una nueva perra, con su propia personalidad, su propio ritmo y manera de trabajar.

Wendy es diferente. Tranquila, pero con mucha energía contenida. Ama trabajar, pero también ama dormir la siesta. Es muy observadora.

A diferencia de Cala, que siempre estaba lista para salir con entusiasmo, Wendy disfruta tanto del paseo como del descanso. Y aunque aún estamos en pleno proceso de conocernos, cada día descubro algo nuevo de ella que me enamora un poquito más.

3. 😱🦮 El día que el miedo apareció

Con Wendy vivimos una situación que jamás imaginé atravesar: fuimos atacadas por otro perro mientras caminábamos.

Iba acompañada por la instructora, lo cual fue un alivio, pero el momento fue durísimo. El perro salió de la nada y la agarró del cuello. Era viejo y, por suerte, no llegó a herirla gracias a su dentadura gastada y la rápida intervención de la instructora.

Pero esa escena me dejó algo claro: hay una gran falta de conciencia sobre la tenencia responsable de animales. Nosotros íbamos por la vereda, respetando el espacio, sin provocaciones, y aún así ocurrió. ¿Qué hubiera pasado si estaba sola?

No fue la primera vez. En otra ocasión, en Salto, varios perros nos intentaron atacar a Cala y a mí.

🤔 Y me pregunto: ¿cuántas personas más viven esto sin que nadie diga nada?

4. 🧠 Trabajo, juego y libertad

A veces, la gente se sorprende cuando digo que los perros guía también necesitan jugar. Se imaginan que son robots entrenados y no… ¡son perros! Con emociones, con ganas de correr, de explorar, de ser libres (en espacios seguros, claro). 🐕

Con Wendy descubrí algo nuevo que no había vivido con Cala: las caminatas de olfateo libre. Son momentos donde no hay arnés, no hay instrucciones. Solo ella y su nariz, explorando, reconociendo, disfrutando. Es parte de su bienestar y también de su vínculo conmigo.

Deja un comentario

Carrito de compra