1. ✨ Un momento histórico
Nunca voy a olvidar el día que Cala llegó a mi vida. No solo fue un antes y un después para mí: fue también la primera vez que alguien en el litoral del país recibía un perro guía. En ese instante, sin buscarlo, me convertí en un punto de referencia, en un canal para visibilizar una realidad que muchos desconocían.
Empezó ahí una tarea enorme: explicar, mostrar y derribar prejuicios. No fue solo mío ese trabajo, mi entorno también aprendió, me acompañó, y juntos fuimos sembrando esa semilla de conciencia en cada calle que recorríamos.
Con el tiempo, empecé a conocer a otras personas en Uruguay y en el mundo que también vivían con perros guía. En 2019, participé de un encuentro latinoamericano donde compartimos historias, desafíos y aprendizajes. Sentí que formaba parte de algo más grande, de una comunidad unida por la autonomía, la dignidad y la fuerza de un vínculo único.

Porque sí: los perros guía democratizan la inclusión. Nos dan alas. Nos devuelven la calle, el movimiento, la vida cotidiana con libertad.
Lucía D’Angelo

2. 📯 Innovar también es confiar
Con Wendy, apareció algo nuevo: un silbato. No estaba acostumbrada, al principio me sonaba raro. Pero aprendí que con cada perra, también llegan nuevas formas de comunicarnos. El silbato lo usamos para marcar la orden de la comida y para llamadas de emergencia. Una herramienta más en nuestro lenguaje compartido.
Confío profundamente en el asesoramiento de la instructora. Ella nos guía a las dos para construir un equipo más sólido, más conectado. Y ese pequeño silbato, que parecía insignificante, hoy es parte de nuestro día a día.


3. 👀 ¿Cómo nos ve la sociedad?
La percepción social sobre los perros guía ha mejorado muchísimo, aunque todavía hay camino por recorrer.
Muchas personas se acercan con curiosidad, con respeto, con ganas de entender. Pero también hay otras que no reciben bien la presencia del perro. Tal vez por miedo, por falta de información, o por haber tenido una mala experiencia con animales.
Y eso me hizo entender algo fundamental: tenemos que seguir hablando, mostrando y enseñando la función de estos ángeles con patas. No para convencer, sino para que se entienda. Los perros guía no son mascotas, son compañeros de trabajo, de vida, de libertad.
Y están protegidos por ley.


4. ⚖️ Lo que dice la ley
En Uruguay, las Leyes N.º 18.651 y N° 18.875 garantizan que las personas con discapacidad puedan ingresar y permanecer en todos los medios de transporte y lugares públicos o privados abiertos al público acompañadas por su perro guía, sin restricción alguna.
Además, el Decreto N.º 297/013 refuerza este derecho, y también reconoce a los socializadores de cachorros —esas personas increíbles que acompañan al perro desde sus primeras semanas de vida hasta que entra a la escuela de adiestramiento—. Ellos también son parte del equipo, aunque muchas veces no se los mencione.
Hoy, cada vez que salgo con Wendy, siento que estoy escribiendo una historia nueva, pero también siguiendo el legado de Cala y de tantas personas que, como yo, luchan por una vida más accesible, más justa, más libre.
Porque cada paso que damos no es solo nuestro: es un paso más hacia la inclusión real.